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Balance de la sociología francesa contemporánea

Celestin Bougle

 

Bugle, Célestin. (1935). Balance de la sociología francesa contemporánea. México D.F., Cia. Editora Nacional. 1945.

Reseña.

Libro escrito por C. Bougle en el año de 1935, en el cual se tratan las problemáticas que existen entre lo psicológico versus lo sociológico, lo material versus lo mental, los procesos psicológicos básicos versus los problemas mentales colectivos. 

Es un libro dividido en un preámbulo y siete capítulos. En el preámbulo se habla sobre el objetivo central de esta obra, el cual es “la sociedad humana”, se centra en investigar cómo es que viven, cómo se organizan, cuáles son los hábitos, ritos y costumbres que rigen la vida diaria de los grupos humanos. Estudian estos aspectos basándose en los principios de los investigadores agrupados en el Año de la Sociología, alrededor de  Emile Durkheim. Además se nos habla sobre el papel que tiene la sociología como ciencia estimulante, que estudia la vida social en Francia.

En el capítulo I “Sociología y Psicología”, se nos dice que  en los inicios de la sociología francesa se pretendía ver a la psicología como la ciencia que guarda las clases del mundo humano. Sin embargo, para poder estudiar al ser humano, debemos saber qué es capaz de hacer, debemos saber cómo es que se producen las representaciones individuales, y colectivas que generan una conciencia de vida, que a su vez genera propiedades nuevas. Nos dicen que las sociedades son esencialmente ligas de hombre a hombre, y ligas que no son totalmente visibles. Es aquí donde se ve a través de las críticas de Durkheim, Comte, Tarde y distintos autores que la psicología clásica posee ciertas deficiencias, pero no quiere decir que estos autores conciban a la sociología sin psicología; más bien ven a la sociología como una nueva psicología que tiene por objetivo la observación de la conciencia colectiva. 

El capítulo II “Etnología y Sociología”, se centra en cómo es que la etnología ha aportado numerosas contribuciones a la sociología. Nos describe la relación que tiene el pensamiento con las múltiples representaciones colectivas que se generan en la sociedad. 

A través de varios autores se nos describe cómo es que la etnología  es conducida, por la sociología, a ser una verdadera teoría del conocimiento, que lleva a cabo una grandiosa unión entre la religión y la ciencia, entre el pensamiento místico y el pensamiento crítico.

Otro punto importante que se menciona en este capítulo, son el de las convergencias de técnicas que se emplean en ambas ciencias, el sociólogo busca la razón en las relaciones entre fuerzas sociales. El etnógrafo plantea problemas más que impone soluciones. No por ello deja de ser exacto que, más de una vez, las teorías elaboradas por la escuela sociológica francesa han tenido como punto de partida el estudio de las sociedades primitivas.

El capítulo III “Morfología Social”, nos dice que la morfología social debe de tener un papel central en los estudios que realiza la sociología, ya que, nos revela la influencia ejercida por las formas, tanto estructurales como materiales, de la sociedad francesa. Nos dice que desde el punto de vista de las “Reglas del método sociológico”, la sociología tiene como tarea principal: constituir y clasificar los tipos sociales, mientras que la morfología social busca una explicación sobre cómo es que se da una “lucha social”, es decir, cómo es que nuestras actividades como sociedad nos llevan a una convivencia generalizada. Nos dice que ningún estudio sociológico debe perder el sustrato físico de la sociedad en cuestión, ni los movimientos que rigen múltiples transformaciones (económicas, morales, etc.).

También se dice que, es indudable que la sociología, cuando se convierte en morfología, fija su atención sobre el sustrato material de las sociedades, vuelve a encontrar numerosos hechos cuyas formas, causas, consecuencias  y otros hechos interesan a la morfología social, que no están bajo la dependencia directa de la tierra; por ejemplo, el reparto de las razas, la concentración o dispersión de la población, el ritmo de sus movimientos. 

En el capítulo IV “Sociología e Historia”, se nos dice que la relación entre la sociología y la historia existe ya que, la sociología pretende ser un estudio comparativo y sintético, pero, en primer lugar, positivo, de las instituciones humanas, de sus causas y de sus resultantes, no puede pasarse sin las informaciones recogidas en los períodos intermedios en los que ocurrieron esos sucesos. El campo con el que trabaja la sociología es el mismo con que los historiadores trabajan, y desde hace años, con un fino espíritu científico. Ya se trate de relaciones de la política con la economía, o de las creencias religiosas con el espíritu científico, el sociólogo pide hechos a la historia. Y no conoce otras fuentes.

La historia es una ciencia de azares y fatalidades de la cosas que han sucedió a la largo de nuestras sociedades. En cambio, la sociología pretende querer saber cuáles son las diversas necesidades a las que parecen obedecer los distintos movimientos de las sociedades. En Francia, surge un nuevo movimiento  de reflexión sobre la historia, sus métodos, su objeto, su carácter, " tendencioso" u "objetivo". Movimiento debido, en gran parte, a las repercusiones intelectuales de la situación creada en el mundo por las sacudidas de la guerra, y por el desorden de la postguerra.  

Lo que este capítulo nos dice en general, es que, siempre existirá lo contingente, lo cronológico, lo histórico, al lado de lo social, de lo necesario, de lo racional.

El capítulo V “Sociología Jurídica” se nos dice que la ciencia del Derecho y la sociología en Francia no eran vistas como dos ciencias amigas, debido a que para los que estudiaban derecho la sociología no tenía un objetivo claro y no era relevante para realizar los estudios jurídicos de ese entonces. 

Sin embargo, en la actualidad son cada día más numerosos los sociólogos que estudian Derecho, y también los juristas que, al buscar en el estudio de los Códigos y de las Costumbres, enseñanzas sobre el espíritu de los pueblos, se ven inducidos, ya sea por sus investigaciones sobre la historia del Derecho, ya por sus reflexiones sobre el derecho natural, a tomar en cuenta las teorías sociológicas. 

El propósito de la sociología es descubrir todos esos conceptos que cambian, todas esas nociones que surgen a partir de la historia y los movimientos de las sociedades, y al unirse con el Derecho pretenden  conocer cuáles son las responsabilidades, contratos que nos unifican como personas de una misma sociedad. 

En el capítulo VI “Sociología económica”, es bien sabido por los sociólogos, que en muchos casos, su campo de trabajo  ha sido trabajado, desde hace largo tiempo, por especialistas en las diversas ciencias – derecho o historia de las religiones, ciencia de las costumbres o economía política- pero la influencia que ha tenido la economía sobre los estudios sociológicos es tratada bajo tres principios:

  • La economía liberal
  • La economía nacional
  • La economía social 

Los sociólogos propiamente dichos, cuando quieren dedicarse al estudio de la producción y del reparto de riquezas, utilizarán esta distinción, y sostendrán que ninguna economía abstracta, aún y sobre todo si reviste la forma matemática, podría ofrecernos una ciencia positiva de las realidades económicas.   

El último capítulo VII “Sociología económica” (continuación), trata sobre los estudios de diversos autores acerca de las relaciones que surgen entre la sociología y la económica. Los autores sociólogos-economistas citados en este capítulo, insisten en la naturaleza colectiva de las realidades de orden psicológico, que son como los substratos de la vida económica,  por otra parte, más o menos variables, de acuerdo con las épocas de la civilización y la estructura de las sociedades.

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