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Morfología social

Maurice Halbwachs

 

Halbwachs, Maurice (1938). Morfología social. México D.F. Editorial América.1944.

Reseña. 

Gran figura de la sociología francesa de la primera mitad del siglo XX, Maurice Halbwachs ha dejado detrás de sí una obra de una gran riqueza, que va del estudio de la morfología social al de la psicología colectiva y que aborda temas tales como el consumo, las clases sociales, la memoria de los grupos y de las sociedades, el suicidio, la vida urbana, la religión o la demografía. 

Escribiendo la Morfología social (1938), el proyecto de Halbwachs consiste no solamente en retomar, enriqueciéndolo y completándolo, ese principio de explicación de lo social sino también en ampliar su perspectiva y alcance explicativo. Para ello, empieza introduciendo una distinción entre “morfología social restringida”, la de los fenómenos de población, y “morfología en sentido amplio”, contemplada no tanto a escala de la sociedad en su conjunto sino a nivel de las comunidades, que corresponden a otras tantas sociologías particulares (familiar, religiosa, política o económica).

En su libro habla sobre la morfología en un sentido amplio y hace referencia a tres morfologías particulares. Por ejemplo, en la morfología religiosa, las grandes agrupaciones de población son indispensables para comprender los grandes fervores. Si las grandes ciudades pueden considerarse como globalmente desfavorables a la práctica de las religiones, ya que históricamente han sido sus focos iniciales y por las facilidades de contacto que han supuesto, han acelerado su difusión. En cuanto a la morfología política, se basa en el recordatorio del rol de las comunicaciones marítimas en la aparición de las democracias y el de las ciudades en la elaboración de las constituciones y de las organizaciones locales. Por último, la morfología económica hace intervenir las clases sociales; tienen cierta tendencia a separarse en el espacio y la historia de las ciudades está hecha de arreglos sociales sucesivos.

El estudio de la morfología social restringida es la oportunidad para Halbwachs de ofrecer un condensado de los conocimientos demográficos de la época. La presentación sobre las “condiciones espaciales”, la población considerada en sus relaciones con el suelo, y el “movimiento natural de la población, todo lo que se refiere a las variables que ordenan los nacimientos y los fallecimientos, moviliza las contribuciones de los demógrafos tanto antiguos como modernos.

La gran novedad sobre el concepto de morfología social que se nos da en este libro estriba en un enfoque renovado de la manera según la cual es susceptible de actuar sobre la sociedad. Para Halbwachs, esa influencia no es, como lo sugiere Durkheim, directa y mecánica, sino que transita por la conciencia social: “Comprendamos bien, ahora, que las formas materiales de la sociedad actúan sobre él, no tanto en virtud de una presión física o de un cuerpo que actuaría sobre otro cuerpo, sino por la conciencia que tenemos como miembros de un grupo que perciben su volumen, su estructura física, sus movimientos en el espacio. Hay un cierto nivel de pensamiento o de percepción colectiva que podría denominarse un dato inmediato de la conciencia social”.

La vida de un grupo social está hecha de representaciones colectivas que se constituyen por la concienciación de su estructura y de sus movimientos. Desde las primeras páginas del libro, Halbwachs, cita el ejemplo de la familia. El sexo, la consanguinidad y la aproximación en el espacio de ciertos individuos no son suficientes para constituir una familia. Ésta solo existe a través de las relaciones de parentesco, las relaciones afectivas, la cohesión entre las generaciones, las tradiciones y el espíritu que la estructuran y unen a sus miembros. Todos estos elementos atestiguan de la presencia de una conciencia colectiva. Sucede lo mismo para el conjunto del cuerpo social. “tanto la morfología social como la sociología, se refieren ante todo a las representaciones colectivas. Si fijamos nuestra atención sobre estas formas materiales, es con el fin de descubrir, detrás de ellas, toda una parte de la psicología colectiva. Porque la sociedad se inserta en el mundo material, y el pensamiento del grupo encuentra, en las representaciones que le provienen de estas condiciones espaciales, un principio de regularidad y de estabilidad, así como el pensamiento individual necesita percibir el cuerpo y el espacio para mantenerse en equilibrio”. En ese sentido, Halbwachs propone un análisis mucho más matizado y menos determinista que Durkheim tomando en consideración las representaciones colectivas.

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